He visto esta foto, y por eso me he acordado de Julius, porque creo que esta debe de ser su casa.
Hoy recuerdo cuando de muy pequeña me pasaba horas hablando con la luna, por que allá donde fuera, ella me seguía. Entonces yo pensaba que era mi mejor amiga, porque nunca me abandonaba. Se lo contaba todo, y la veía sonreir. Le hablaba desde la ventana y me dormía tranquila.
Más tarde comencé a ver Sailor Moon y eso ya fue lo más.
La primera gatita que quise quedarme era gris, y yo la llamaba Luna. Era de una amiga, y fui a visitarla cada día con la esperanza de poder quedarme con ella, pero un día ya no estaba porque otra familia se la había llevado.
Me acuerdo de cuando hacía tiendas secretas y ponía colchas por encima de las mesas y de las sillas y hacía "guaridas mágicas". Me hacían sentir a salvo. De cuando me daba igual que ropa ponerme, o pasaba todo el día en la playa, con la piel oliendo a salitre y con un hambre voraz después de pasar varias horas en el mar.
Los días que llovía o no hacía tiempo de playa me perdía en el bosque con mi bicicleta bolero...
Recuerdo que era FELIZ.
Hoy me acuerdo de muchas cosas, pero sobretodo quiero desearos que tengáis dulces sueños y que nunca olvidéis que todos seguimos siendo niños.
Yo también me acuerdo de muchos momentos felices de mi infancia, y no sabes cuánto añoro aquella etapa de mi vida. Siempre tuve una prisa impresionante por crecer y hacerme mayor, y ahora me doy cuenta de lo ignorante que era. La infancia es el mayor tesoro que puede tener una persona.
ResponderEliminarAh por cierto, me apunto ese libro que citas al principio :)
.Estelle.